Los pases se perforaban en los pies con propósito, las carreras eran incisivas y los jugadores buscaban disparar en cada oportunidad. Con esta redacción se deja atrás la excepción a este positivismo garantista de la anterior Ley de Extradición Pasiva española de 26 de diciembre de 1958 en el que se habilitaba la posibilidad de conceder una